Una persona
con tuberculosis, que no esté en tratamiento, puede contagiar a otras personas
al estornudar, toser o escupir. Al hacerlo, elimina bacterias al aire que
pueden entrar a los pulmones de otras personas. Alcanza con que una persona
inhale unos pocos bacilos para quedar infectada.
Cuando la persona enferma se encuentra haciendo tratamiento no contagia a otras
personas. La tuberculosis no se contagia por compartir el mate, cubiertos,
vasos, etc. con una persona enferma.
A
lo largo de un año, una persona con tuberculosis puede infectar a unas 10 a 15
personas por contacto cercano. Si no reciben el tratamiento adecuado, hasta dos
terceras partes de las personas con tuberculosis mueren.